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He pensado en dejarle esta nota en la almohada el día que me vaya para siempre (siempre he sido muy melodramático) "Bueno, pues esto se acaba, ¿quién lo iba a decir? He pensado que, al igual que hacía al principio cuando escribía cartas de amor, ahora te escriba una de desamor Durante los últimos meses no he dejado de recordar muchas cosas que hemos pasado juntos, cuando nos conocimos, cuando empezamos a hablar y yo, tímidamente, intentaba que no te dieras cuenta de que se me hacía la lengua un nudo (como en esa canción). Tampoco pude evitar recordar nuestras primeras citas, cuando hacíamos el amor con esa urgencia que sólo los recien enamorados tienen. Algunos le llamarán calentura, pero nunca fue sólo eso para mí. Cómo eras, tú sonrisa, el cariño con el que me tratabas y las cosas que hacías por mí. Como a todo el mundo, las relaciones pasan por altos y bajos, yo no estaba acostumbrado a tener relaciones tan duraderas y eso me daba mucho vértigo, ¿recuerdas cuando te dij

En la búsqueda de un nuevo hogar

Por las circunstancias en las que ha ocurrido todo, lo que más me gustaría es poner tierra de por medio e irme tan lejos como fuera posible de aquí. No tener la ocasión de encontrármela, de tener que saludarla, que el tiempo haga su trabajo y dejar de sentir lo que siento ahora (algo que por lo visto ella ya ha conseguido) Pero no puedo, tengo que pensar en los chicos. Ahora pasan a ser los únicos de los que me voy a preocupar. Tengo, tenemos que, a pesar de los pesares, intentar que tengan una vida lo más parecida a la que han ido teniendo hasta ahora. Hay que buscar algo por aquí cerca, que conserven sus amigos y que estén cerca del cole. Habrá que tragar mecha cuando nos encontremos. A todo esto, ha quedado claro que, a pesar de ser ella la que quiere ser libre y todas esas cosas, el que sale por la puerta soy yo ¿no? ¿Cual es el problema? La disponibilidad de vivienda donde vivo es limitada y cara. Los carteles de alquiler no llegan ni a colgarse, hay que estar muy pendiente.

Un poco de historia

No sería mala idea contar cómo la conocí. Por eso de ir haciéndome el cuerpo a contar cómo la he perdido... Hace más de veinte años, en una facultad de ciencias de la Universidad de Sevilla, subía por las escaleras para ir al laboratorio de prácticas, entonces la vi... Estaba apoyada en la pared, en un cambio de clase, hablando con sus compañeros. Siempre me ha dicho que miento, pero lo primero en lo que me fijé fue en su sonrisa, tan bonita y tan especial. Luego me fijé en sus tetas, todo hay que decirlo. Ella dice que fue al revés, pero prometo que no fue así. Por aquel entonces, apenas conocía a nadie del turno de tarde, eran como mundos paralelos, pero ahí estaba ella. Pare ser sincero, en la época de la facultad estaba un poco disperso, especialmente en esa época. Mentiría si dijera que quedé enamorado, que su sonrisa (y sus tetas) se me quedaron grabadas para siempre porque no sería verdad, pero sí tengo que reconocer que me alegró la tarde. Me imagino mi cara si alguien
Hace cuatro semanas, mi santa esposa decidió que su desarrollo personal se veía limitado por la presencia de mi persona personal. Dieciocho años de relación (casi la mitad de mi vida) y cuatro hijos a los que habrá que sentar más tarde o más temprano para decirles que papá va a salir por la puerta de su casa van a ser fagocitados por eso que llaman "la crisis de los cuarenta" Intentaré usar este blog como terapia, me van a quedar pocas pelas para pagar a un psicólogo...